martes, 18 de mayo de 2010

La Ciencia del Músculo





La mayoría de los movimientos humanos pueden ser considerados como actividad física, por esta razón no es de extrañarnos que movernos sea algo tan natural. Para eso disponemos de más de 600 músculos que nos permiten vencer la inercia y hacerlo en casi cualquier momento. Subir escaleras, caminar, lavar los platos,
muchas actividades cotidianas entran en esta categoría. Posiblemente, debido a la costumbre de movernos no pensemos mucho en todos los mecanismos fisiológicos, biomecánicos y técnicos que hay detrás del músculo.

Ahora bien si a los movimientos humanos le damos una estructura, periodicidad, duración y objetivo, entonces estamos hablando de ejercicios. Si Usted sólo hace actividad física, quizás no necesite saber mucho mas allá sobre los aspectos que rodean al músculo, pero si hace ejercicios de seguro debe preocuparse por saber un poco mas sobre la mejor manera de realizarlos y todo el proceso que está alrededor del entrenamiento. Aquí es donde entra un concepto que he bautizado como: La ciencia del músculo, que involucra varios aspectos relacionados con la investigación científica del funcionamiento, nutrición y entrenamiento muscular.

 ¿Y por qué preocuparnos por eso y no sólo por salir hacer ejercicios, trotar o levantar pesas y ya? Bueno, hay muchas respuestas para esta pregunta, una de ellas es que estudiando la forma en que el músculo puede entrenarse mejor, haríamos solamente la cantidad, frecuencia y duración del ejercicio indispensable para producir los estímulos que necesitamos para cubrir nuestros objetivos. Por otra parte, podríamos saber la cantidad y el tipo de nutriente correcto para maximizar el rendimiento o acelerar la recuperación de este tejido.

De alguna manera estudiar la ciencia del músculo es como hacer un poco de justicia. Para explicar esto, imaginen este escenario muy común en los gimnasios: llega una persona a entrenar por primera vez en su vida, esta súper motivada, logra hacer 4 entrenamientos a la semana, ha hecho uno que otro cambio en su alimentación y además ha consumido religiosamente algunos suplementos nutricionales que le han recomendado. Al cabo de 6 semanas esta persona ha perdido tejido adiposo, ha mejorado su capacidad física y en general se siente mejor. 

Muchas veces después de todo este escenario y los cambios realizados, los méritos se los llevan los suplementos o en un mejor caso la técnica de entrenamiento empleada. Pero en realidad no tenemos una certeza de cuales de las modificaciones incorporadas le ofreció a nuestro ejemplo los mayores beneficios para lograr sus objetivos. Esto puede ocasionar la pérdida de muchos esfuerzos, tiempo o dinero o simplemente repetir conductas tradicionales. 

Es allí donde se trata de hacer justicia con la ciencia, ya que aplicando un cuidadoso método científico, que incluye muchos y delicados procedimientos y controles, podemos conocer (o al menos tratar), de medir la efectividad de cada una de las modificaciones aplicadas (alimentación, nutrientes o suplementos) sobre los beneficios observados. Claro, estudiar al ser humano seguramente es una de las cosas mas complicadas, contradictorias  y a veces interminables de hacer, pero precisamente eso lo hace mas interesante.

Estas son algunas de las motivaciones que no llevaron a organizar el curso: La ciencia del Músculo: Todo lo que siempre quiso saber, al cual los invito si quieren profundizar un poco mas sobre este tema.
Para mas información sobre el curso por favor visiten la página: www.bienfit.com

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